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Luna Creciente, feminismos en Ecuador del local al internacional

¿Conoces el trabajo del Movimiento de Mujeres de Sectores Populares Luna Creciente, nuestra organización miembro de Ecuador? Entrevistamos a Clara Merino, directora ejecutiva de la organización, quien nos compartió la historia de Luna Creciente, sus principales áreas de trabajo y las estrategias que adoptan para enfrentar los desafíos. Para más informaciones, lee también nuestro artículo sobre las mejores prácticas de resiliencia de Luna Creciente.

luna creciente

¿Puedes contarnos brevemente la historia de la organización?

En 2000 se organiza en Quito un encuentro de organizaciones de mujeres de sectores empobrecidos. Se prosiguen reuniones, encuentros locales y nacionales, intercambios y visitas en territorios, hasta que, en 2004, con el apoyo de la Fundación de Mujeres Luna Creciente, nace el Movimiento de Mujeres de Sectores Populares del mismo nombre. El movimiento está formado por grupos con diferentes tipos de visiones, acciones, incidencias y composición.

En el proceso de 20 años, con salida de algunas participantes y entrada de otras, el Movimiento Nacional se ha consolidado, con una dirección colectiva, en 6 provincias de Ecuador: Pichicha, Cotopaxi, Loja, Esmeraldas, Sucumbíos y Morona Santiago. Aglutinamos a 6 organizaciones de segundo grado que integran a 322 organizaciones locales.  Sus integrantes tienen diversidades de pueblos/nacionalidades, geográficas (costa, sierra, Amazonía); formas de vida; número de integrantes; etarias; sexo/genéricas e incidencia política.

Esto ha sido posible por un proceso permanente de acción-reflexión-acción sostenido en lo local, provincial y nacional y la participación en espacios más amplios regionales y globales.

¿Cuáles son las principales líneas de trabajo de la organización?

Tomando en cuenta las luchas históricas y coyunturales de las organizaciones de mujeres en sus diversidades, las principales líneas de acción son producto de encuentros, análisis y definiciones colectivas en asambleas, intercambios, análisis y decisiones de las diversidades locales que cocrean posiciones y acciones desde sus realidades locales hacia lo nacional y global.

Si bien las acciones son diversas de acuerdo con las realidades concretas de las organizaciones, las principales son:

  • Fortalecimiento organizativo y formación política feminista, en un proceso permanente, en espacios nacionales y locales para desarrollar prácticas y acciones que conduzcan al fortalecimiento de las organizaciones buscando el desarrollo de pensamiento crítico con elementos conceptuales, metodológicos y políticos, desde sus propias vivencias y sabidurías.
  • Exigibilidad de derechos personales y colectivos, con énfasis en derechos de mujeres, pueblos/nacionalidades, salud integral y defensa de cuerpos, tierras y territorios, con elementos clave de acción-reflexión-acción aplicables a todos los niveles.
  • Defensa de los derechos humanos, fundamentalmente de las mujeres y niñas, con énfasis en derechos económicos, sociales, culturales y políticos.
  • Comunicación alternativa e investigación participativa, con integración de conocimientos propios, históricos y vigentes, para la formulación y expresión de conceptos, códigos y formas comunicacionales propias de difusión y análisis.
  • Acciones conjuntas con organizaciones y movimientos indígenas, negros y populares que acojan las propuestas de las mujeres feministas organizadas en territorios.
  • Trabajo conjunto con coaliciones y plataformas feministas que trabajen por justicia de género y justicia climática.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta Luna Creciente y cómo resisten y se organizan?

Nuestras principales líneas de acción atienden a los desafíos planteados. Entre ellos destacamos el empobrecimiento creciente de la población, más grave en mujeres, jóvenes, niñas y niños, que obedece a la implementación del “necroliberalismo” y se implementa a nivel nacional y global con algunas excepciones en países que lo resisten.

Como efecto hay brechas crecientes de desigualdades para condiciones de vida digna, graves violaciones de derechos humanos y de las mujeres y destrucción de la naturaleza con el avance brutal de extractivismos, sobre todo mineros, petroleros y agroindustriales, y la destrucción del hábitat de las comunidades y pueblos.

Esta realidad conlleva a situaciones extremas, tales como: i) la migración creciente en condiciones inhumanas y peligrosas, que también ocasionan que las pequeñas producciones agrícolas vayan quedando en manos de mujeres envejecidas; ii) violencias crecientes y declaración de “estado de guerra interna” con persecución y agresiones a los movimientos sociales y a defensores y defensoras de la naturaleza; iii) falta de recursos económicos y de subsistencia para las mujeres empobrecidas, sus organizaciones y el Movimiento, iv) dificultades para conexión y comunicaciones, agravadas por cortes de electricidad.

Frente a los graves desafíos, el Movimiento resiste y actúa desde múltiples frentes de resistencia, entre ellos:

Accionamos el comunitario de las integrantes de las organizaciones y sus entornos, con aportes sobre todo de trabajo comunitario no remunerado y en muy pocas ocasiones con pequeños fondos, cada vez más escasos y decrecientes, y aportes mínimos de la cooperación internacional.

Trabajamos la continuación permanente de formación política feminista y acciones conjuntas con otras organizaciones de mujeres y sociales.

Actuamos con espacios posibles y en condiciones precarias de comunicación presencial y virtual cuando esta es posible entre las mujeres de cada comunidad/organización, entre ellas a nivel provincial y entre las integrantes del Movimiento.

Construimos la permanencia de reuniones y asambleas provinciales y nacionales, presenciales en las ocasiones posibles (cada vez menores por falta de financiamientos) y virtuales de acuerdo con oportunidades de conexión.

Persistimos con la permanencia posible de las Escuelas de Formación Política Feminista; la participación en eventos nacionales y regionales de espacios feministas y de defensa de la naturaleza; aportes y apoyos en propuestas políticas por justicias sociales, políticas, de género y climática.

Enfocamos en la unidad en la diversidad más allá de lo electoral y la incidencia en otros movimientos sociales y feministas.

¿Cómo la Plataforma Feminista por la Tierra y los Territorios contribuye al trabajo de Luna Creciente?

Ser parte de FLP ha permitido a Luna Creciente Ecuador enriquecerse con la participación en análisis políticos y de las realidades de las mujeres empobrecidas organizadas en el Sur Global, desde sus valientes luchas organizativas y apuestas estratégicas.

Esto se ha concretado en sentirnos parte de los sueños y las luchas valientes de otras organizaciones de mujeres en sus territorios y de propuestas conjuntas desarrolladas en varios espacios globales y regionales, entre los cuales destacamos el Encuentro Regional de FLP en América Latina y la presencia en la potente Marcha de las Margaritas, en Brasil, en 2023.

Destacamos también que el conocimiento de las luchas de las organizaciones de mujeres de América Latina, África y Asia nos ha enriquecido en la comprensión de las diferentes realidades, así como en una comprensión más amplia de la realidad internacional y de una visión más totalizadora de los retos de nuestros feminismos.

Los espacios logrados con la pertenencia a FLP han sido clave para nuestro quehacer práctico de defensa de nuestros derechos personales y colectivos, así como para la ampliación y concreción de propuestas de incidencia en políticas públicas locales, nacionales y globales.

Como integrantes de FLP también tenemos participación en importantes espacios de interacción a diferentes niveles, que nos dan oportunidades de compartir vivencias, pensamientos, conocimientos y sueños por mejores vidas para nosotras y nuestros pueblos, mismos que difundimos y enriquecemos desde las vivencias directas de las organizaciones de Ecuador.

Además, FLP nos ofreció un buen apoyo con pequeños fondos en 2022 y 2023 para continuar, con limitaciones por nuestro escaso financiamiento, las escuelas de formación política, nacionales y locales del Movimiento de Mujeres de Sectores Populares, especialmente en temas imprescindibles de Justicias de Género y Justicia Climática, como ejes importantes de nuestro quehacer.

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