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Las buenas prácticas de resiliencia de Azul (Marruecos)

La “Aplicación para mapear casos de expoliación” es una práctica desarrollada por Meriem Bentarjem y la Dra. Soraya El Kahlaoui, cofundadora de la plataforma del proyecto Traab, en colaboración con la organización Azul (Marruecos), una de las integrantes de la Plataforma Feminista por la Tierra y Territorios (FLP).

Azul trabaja para devolver a los Amazigh (pueblos indígenas de Marruecos y del norte de África) su condición de ciudadanos de pleno derecho, frente a su actual falta de poder de decisión y soberanía sobre su patrimonio tangible e intangible.

Su misión es sensibilizar y movilizar a la población para enfrentar los problemas relacionados con la tierra, los recursos naturales, las desigualdades socioeconómicas y la destrucción de los ecosistemas y sus consecuencias para los individuos y las comunidades.

La FLP mapeó algunas de las mejores prácticas de nuestras organizaciones-miembro para que otras comunidades y organizaciones puedan aprender y adaptar herramientas y estrategias a sus realidades locales. En este artículo hablaremos de esta que es una de las prácticas inspiradoras desarrolladas en Marruecos por Azul.

Este texto es parte de una serie de publicaciones que detallan las buenas prácticas de cada organización que compone la FLP. ¡Consulta nuestro blog para conocer las demás!

Aplicación para mapear casos de expoliación

Esta práctica comenzó en abril de 2022 y se está desarrollando en todo el territorio marroquí y en algunas regiones de Túnez donde hay problemas de expoliación y expropiación.

Ella beneficiará a los pueblos indígenas Amazigh de todo Marruecos y a todas las comunidades víctimas de la expropiación de tierras. Las mujeres rurales, conocidas como Soulaliyates, representan una parte considerable de los titulares de derechos sobre tierras colectivas.

La región de Marruecos y el norte de África fue colonizada en su mayor parte por Francia, que ha implementado leyes que los gobiernos continúan aplicando para desposeer a los pueblos indígenas de sus tierras, territorios y recursos naturales.

Durante siglos, el pueblo Amazigh ha desarrollado numerosas prácticas esencialmente relacionadas con la tierra (agricultura), los territorios (ganadería y trashumancia) y los recursos naturales. Sus actividades dependen fundamentalmente de las especificidades y la disponibilidad de los recursos y de un cuidado con la adaptación y la protección de los ecosistemas y la biodiversidad.

La localización espacial del pueblo Amazigh condiciona su forma de vida y su cultura y les confiere su identidad ancestral. Despojar a las personas Amazigh de sus tierras equivale a arrancarlas de su territorio y obligarlas a migrar a otros lugares, y confiscar sus derechos sobre sus recursos las mantiene en la precariedad. Esto las coloca en condiciones vulnerables y las hace fácilmente asimilables.

Las comunidades indígenas de las zonas rurales son, en particular, víctimas de la privatización de las tierras y sus recursos. De manera similar, las comunidades urbanas que viven en barrios marginales y tierras periurbanas también están sujetas a procedimientos de desalojo.

“La proliferación de actos fraudulentos y actividades ilegales es tan grande que en todas las regiones de Marruecos existe lo que se conoce como una ‘mafia de la tierra’, cuyo objetivo es monopolizar la tierra en detrimento de sus legítimos propietarios. Este saqueo encuentra un terreno fértil en la legislación, la impunidad, los juegos de poder, la fragilidad de las comunidades, la ineficiencia de los tribunales, la connivencia de los magistrados y la política agrícola. Todo esto hace que el derecho y la justicia ya no tengan cabida, especialmente en materia de tierra, ya sea para las comunidades o para las mujeres, el último eslabón de una cadena debilitada”, explica Amina Amharech, miembr fundadora de Azul.

Según ella, la principal dificultad hoy en día radica en la falta de una base de datos que pueda registrar todos los casos de despojo para establecer un mapeo exhaustivo de la magnitud del problema, razón por la cual este proyecto fue creado.

Cómo funciona el proyecto

Este proyecto tiene el objetivo de recopilar información sobre conflictos de tierras para identificar las comunidades impactadas, trazar un mapeo integral del problema y ayudar a alzar las voces de las comunidades desposeídas.

A través de la práctica del «contra mapeo», su objetivo es mapear los conflictos territoriales en el norte de África, y principalmente en Marruecos y Túnez, creando una plataforma web de código abierto que combina mapeo interactivo y narración de historias. El proyecto también se basa en el desarrollo de una aplicación para ofrecer una herramienta de código abierto para recogida de datos.

Él tiene dos componentes:

Mapeo de conflictos por las tierras: se espera que unas 50 comunidades se beneficien de la visibilidad de sus reclamos a través de la plataforma web.

• La aplicación: Se capacitará a miembros de la red comunitaria Amazigh de Azul para utilizar la aplicación para recopilar datos sobre conflictos por tierras.

Cabe señalar que se prestará especial atención a la cuestión de las mujeres, que son el grupo social más impactado en cualquier proceso de discriminación y marginación, y particularmente en términos de acceso a la propiedad y la tierra.

Las mujeres rara vez reciben compensación en caso de transferencia de tierras y frecuentemente se encuentran sin una oferta de realojamiento y son excluidas de las negociaciones. El proyecto garantizará que la cuestión de la equidad de género esté representada en el mapeo de los conflictos por la tierra y se centrará en el enfoque de género para construir alternativas.

Gracias a la aplicación, a una base de datos fiable y a un mapeo preciso, las voces de las mujeres serán más audibles y el impacto de la negación de sus derechos será más visible. Este es un paso esencial para cambiar las leyes y apoyar efectivamente las demandas de las mujeres en diferentes niveles, beneficiando así también a toda la red de la FLP.

También es importante señalar que los resultados de este proyecto fortalecerán otras buenas prácticas de Azul, como la incidencia a nivel internacional para el reconocimiento de los derechos de los Amazighs como pueblo indígena, además de ayudar a pedir una revisión de las leyes agrarias.

La oportunidad de desarrollar una segunda fase de este proyecto permitirá a Azul capacitar a las comunidades en la utilización de la aplicación de recolección de datos. Para ello, se organizarán talleres de capacitación con diferentes comunidades priorizándose la formación de investigadoras mujeres.

Azul colabora con la Dra. Soraya El Kahlaoui (becaria Marie Skłodowska-Curie), investigadora principal del proyecto Traab, y sus socios en el proyecto, como la Universidad de Gante.

Para comprender los problemas que enfrenta el pueblo Amazigh, lea este artículo de Amina Amharech en el sitio web de IWGIA (en inglés).

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