Skip to content

Las buenas prácticas de resiliencia de Ubinig (Bangladesh)

Prácticas agroecológicas de Nayakrishi y preservación de la riqueza de semillas” es una práctica inspiradora desarrollada en Bangladesh por UBINIG (Policy Research for Development Alternative), una de las organizaciones que componen la Plataforma Feminista por la Tierra y los Territorios (FLP).

UBINIG dirige el Nayakrishi Andolon, un nuevo movimiento agrícola que practica la agricultura basada en la biodiversidad y tiene como miembros a más de 300.000 familias de agricultoras y agricultores en todo Bangladesh.

La organización trabaja a nivel de base, ayudando las comunidades a vencer desafíos de sustento y existencia comunitaria en una economía cada vez más globalizada e intensamente competitiva, y también a nivel de políticas públicas, abogando por mejores soluciones a los desafíos que afectan las vidas de la mayoría, especialmente las personas marginadas.

La FLP mapeó algunas de las mejores prácticas de nuestras organizaciones miembro para que otras comunidades y organizaciones puedan aprender y adaptar herramientas y estrategias a sus realidades locales. En este artículo hablaremos de esta que es una de las prácticas inspiradoras desarrolladas en Bangladesh por UBINIG.

Este texto es parte de una serie de publicaciones que detallan las buenas prácticas de cada organización que compone la FLP. ¡Consulta nuestro blog para conocer las demás!

Prácticas agroecológicas de Nayakrishi y preservación de la riqueza de semillas

Este artículo está basado en prácticas que tienen lugar en cinco distritos de Bangladesh: Tangail (zona de llanura inundable), Pabna, Natore & Kushtia (zonas propensas a sequía) y Cox’sbazar (zona costera). Las acciones benefician a más de 80.000 personas que practican agricultura, de las cuales 47.000 son mujeres.

Nayakrishi Andolon es un movimiento de agricultoras basado en la biodiversidad, creado en 1992 y liderado por mujeres. Su práctica sigue 10 principios, entre las cuales está incluida la no utilización de pesticidas ni fertilizantes químicos, ni la extracción de aguas subterráneas. Abogan por el uso de semillas de variedades locales y por la recolección, regeneración e intercambio de semillas entre agricultores.

Hasta ahora, el movimiento ha recolectado más de 2.700 variedades de arroz y 1.000 variedades de otros cultivos, incluidos vegetales, aceite, especias, frutas, etc. También guarda semillas para crisis relacionadas con el cambio climático, tales como inundaciones, sequías y ciclones.

Las semillas se guardan en el Centro Comunitario de Riqueza de Semillas (CSW), creado en 1998 como un sistema institucional para la Red de Semillas Nayakrishi (NSN). “Los principales CSW están ubicados en los centros de UBINIG en Tangail y Pabna. Graneros a nivel de las aldeas también forman parte de los CSW. Los agricultores depositan y reciben semillas de los CSW”, explica Farida Akhter, directora ejecutiva de la UBINIG.

Las comunidades involucradas están compuestas en su mayoría de pequeños agricultores y agricultoras con menos de una hectárea de tierra para cada uno. A través de esta práctica, reciben capacitación periódica sobre conservación de semillas y métodos agroecológicos.

Los que no poseen tierras crían cabras y vacas y trabajan con las agricultoras y los agricultores. Comparten el estiércol y la leche de vaca con las familias terratenientes y a cambio obtienen paja y otros forrajes.

A través de este proyecto, las tierras comunes se preservan y se mantienen libres de productos químicos nocivos, de este modo las mujeres pobres y sin tierras pueden tener acceso a plantas comestibles y al pastoreo del ganado.

Las relaciones comunitarias también se basan en el intercambio de semillas, lo que ayuda a aumentar la diversidad de cultivos. En tiempos de desastres por eventos naturales, las agricultoras y los agricultores comparten las semillas con quienes han perdido sus cultivos y semillas.

Para el desarrollo de esta práctica, la UBINIG está asociada con el Departamento de Extensión Agrícola, los bancos de genes del gobierno de Bangladesh y grupos de mujeres de los 64 distritos del país, que conforman la Red Mujeres y Biodiversidad (Women and Biodiversity Network). Estos grupos trabajan con agricultoras y agricultores en sus respectivas áreas y obtienen las semillas que necesitan de los CSW.

Principales resultados y desafíos

Las agricultoras y los agricultores comenzaron con menos de una hectárea, pero muchos de ellos pudieron ampliar sus tierras con el paso de los años. También se observó que las mujeres sentían la necesidad de comprar tierras a su nombre con los ahorros de la cría de vacas y cabras.

Un resultado importante de estas prácticas agrícolas fue que muchos hogares encabezados por mujeres (divorciadas y viudas jóvenes) pudieron comprar tierras o arrendarlas para cultivarlas y volverse autosuficientes en materia de alimentos, ya que los métodos agroecológicos no requieren dinero para comprar productos químicos como fertilizantes y pesticidas.

“Más personas se están uniendo a este movimiento y las agricultoras están celebrando reuniones sobre semillas e intercambiando conocimientos con diferentes grupos. En febrero de 2024, ellas fueron anfitrionas de una visita de agricultoras y agricultores de Sri Lanka y Myanmar”, añade Akhter.

Ella también señala que las agricultoras de Nayakrishi se han vuelto más conscientes de sus derechos a la tierra y han estado discutiendo sobre ello con más frecuencia. “Ellas también están hablando de los ríos, los cuales ayudan a cultivar variedades locales especiales. Sin embargo, con la contaminación de los ríos, esas posibilidades están desapareciendo”, advierte.

Esta práctica está vinculada a un movimiento más amplio de soberanía alimentaria y de semillas, y Akhter enfatiza que enfrentan muchos desafíos debido al uso de semillas de laboratorio elaboradas por las corporaciones, incluidas las genéticamente modificadas, y al hecho de que no hay apoyo gubernamental para pequeños agricultores y agricultoras.

“La Ley de Semillas del país está hecha para las empresas de elaboración y mejoramiento de semillas; por lo tanto, son violados los derechos de los agricultores. Eso hace con que nuestro movimiento sea importante para las comunidades”, concluye Akhter.

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *