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Llamada a la acción: Plataforma Feminista por la Tierra y Territorios

En el día 7 de marzo de 2023, la Plataforma Feminista por la Tierra y Territorios (Feminist Land Platform – FLP), en el marco de la Sesión 67° de la Comisión sobre la Situación de la Mujer (CSW67 por sus siglas en inglés) y en coordinacióncon Oxfam Internacional y con el apoyo de la Fundación Ford, organizó la Mesa Redonda Feminista por la Tierra, intitulada “Expansión de los derechos de las mujeres a la tierra y los territorios para garantizar la sostenibilidad ambiental y condiciones de vida digna”. Treinta y un mujeres de Latinoamérica, Norte de África, África, Europa, y Estados Unidos, representantes de mujeres y feministas de diversos sectores y con voces y análisis plurales, participaron en el evento en respuesta a la necesidad de ampliar el tamaño y la calidad de las estrategias de resistencia y cambio, a través de la construcción de una red que involucre a las organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres a la tierra y el medio ambiente.

En respuesta a este llamado de FLP a formar alianzas para ocupar espacios estratégicos en todos los niveles, a través del involucramiento de organizaciones y liderazgos en la participación activa en los procesos de toma de decisiones que afectan la vida de las mujeres en sus derechos a la tierra, estamos de acuerdo en los siguientes puntos:

  • Posicionamiento de un movimiento no partidista centrado  en la resistencia contrahegemónica, decolonial y anti opresiva, para desafiar la desigualdad de género y el acceso a la tierra y los recursos naturales.  Por lo tanto, todas las acciones están dirigidas a combatir el racismo estructural en todas sus facetas, manifestado a través de elementos como raza, género, clase, casta, religión, cultura, preferencia sexual, entre otros.
  • Oposición a los ataques a la democracia y la criminalización de los movimientos sociales que amenazan las instituciones democráticas, los derechos humanos y los derechos de las defensoras y defensores, como lo demuestra la disminución de los espacios democráticos a través del abuso de las fuerzas militares o policiales, frecuentemente legitimadas por normas y reglas establecidas.
  • Rechazo de todas las formas de violencia política y de Estado y abusos a través de violaciones de derechos humanos que afectan principalmente a mujeres y   niños en todas las áreas de sus vidas: salud, educación, vivienda, tierra, medios de vida, entre otros.
  • Rechazo a la militarización e imposición de políticas globales que actúan contra la resistencia y rebelión de las poblaciones empobrecidas, que están en su legítimo derecho de protestar.
  • Apoyo y contribución al aumento de la producción de conocimiento, a través de experiencias locales, en conflicto con los fundamentalismos de un sistema neoliberal y extractivista, gobiernos autoritarios y grupos neofascistas que ponen en riesgo la democracia, corroborando la creciente ola de retroceso en los derechos fundamentales para las mujeres y personas LGBTQI+, presenciados cotidianamente en diversos aspectos de la vida como la religión, la cultura y la educación.
  • Actuación catalizadora – a través de mensajes, declaraciones, información, campañas lideradas por organizaciones locales desafiando la difusión de noticias falsas y promoviendo la defensa de los derechos de las mujeres a la tierra en diferentes niveles – local, regional y global.
  • Profundización de los análisis regionales y consenso en la defensa de la democracia, mediante la unión de organizaciones feministas de mujeres independientes del partidismo político.
  • Defensa del Acuerdo de Escazú, especialmente en relación a la soberanía alimentaria y la defensa de la tierra y los territorios.
  • Solidaridad con otras mujeres y grupos feministas, organizaciones y movimientos sociales para el fortalecimiento de una agenda política para las mujeres en sus luchas por los territorios y por el derecho a la tierra.

Llamada a la acción

Como llamada a la acción en nuestro posicionamiento colectivo hacia una verdadera agenda transformadora interseccional de género para los movimientos de mujeres por el derecho a la tierra y el territorio y quienes los apoyan, acordamos la necesidad de implementar y defender urgentemente las bases siguientes:

  • Conducir formaciones para las mujeres jóvenes en el feminismo político decolonial.
  • Asegurar que las mujeres de base, que están en la vanguardia de la lucha por los derechos a la tierra y al medio ambiente, sean escuchadas en lo que más las necesitan de otros sectores, para ayudar en la defensa de su territorio.
  • Fortalecer los movimientos como un puente importante para que las organizaciones de base se posicionen y aprendan de diversas experiencias en todo el mundo.
  • Considerar las estructuras geopolíticas y económicas opresivas que explotan a los pueblos y territorios del sur global, especialmente a las mujeres, en todos los procesos de análisis e incidencia.
  • Intercambiar estrategias que como mujeres hemos construido en la defensa de nuestro territorio a nivel local y regional.
  • Planificar nuevas estrategias de incidencia más allá de las fronteras, para poder ampliar y fortalecer nuestras voces.
  • Trabajar globalmente para posicionar prácticas y actitudes transformadoras que creen una agenda colectiva.
  • Educar a los hombres para que aprendan y perciban sus privilegios, entendiendo que los cuerpos de las mujeres pertenecen sólo a las mujeres y los hombres deben respetarlo y valorarlo.
  • Trabajar colectivamente en plataformas que creen solidaridad y apoyen a otras mujeres que no pueden expresar su voz debido a los sistemas opresivos.
  • Crear información y conocimientos sobre el terreno que sirvan de base para la defensa de los derechos, ya que las instituciones internacionales necesitan tener acceso a ellos.
  • Hay que insistir que los donantes obtengan información calificada a partir de las mujeres y organizaciones de base, comprendiendo y respetando su trabajo y necesidades según sus realidades específicas. El apoyo de los donantes debe responder a las necesidades de estas mujeres, fortalecer su trabajo a nivel local en los distintos contextos, posibilitar que ellas incidan directamente y reclamen por sus derechos a nivel internacional.
  • Llevar a cabo investigaciones que identifican previamente las causas profundas y comprender cómo son estructurales.

Considerando los desafíos globales actuales que amenazan a las democracias, el medio ambiente, a los grupos en situación de exclusión, la paz global y la vida misma en la tierra, y llevando nuestro posicionamiento al centro de la discusión y la necesidad de poner en marcha las acciones urgentes señaladas anteriormente para lograr la transformación, exigimos inclusión, participación, el fin de todo tipo de violencia y apoyo a nuestros movimientos a nivel comunitario para que podamos llevar a cabo nuestras formaciones, intercambiar experiencias entre nuestros movimientos y seguir aprendiendo unas de otras.

Por último, hacemos un llamamiento a todo el público presente en la CSW67 para que unan sus fuerzas en la lucha por la justicia de género y el derecho de las mujeres a la tierra y los territorios, así como para que amplifiquen las voces y los análisis de las luchas de las mujeres de diversos grupos, creando alianzas para lograr cambios que aborden las prácticas opresivas y las normas sociales en defensa a una sociedad justa e igualitaria para todas las personas.

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